miércoles, 11 de noviembre de 2009

COSTUMBRES ARGENTINAS


Pasado el Día de la Tradición, y puesto a pensar cuales son las tradiciones que hacen a la argentinidad solo se me ocurre una que podríamos denominar como “positiva”. La ingesta de mate.
Fuera de eso no encuentro otra que nos encuadre a, al menos, la mayoría de los argentinos y que la podamos presentar al mundo como un merito, o como una sana costumbre o como un valor ancestral.
Si tenemos una infinidad de procederes, de formas, códigos de identificación o como se los quiera llamar, que no hacen a la tradición, sino mas bien a una forma de ser.
El saberlo todo, el estar “mas allá” de todo, el opinar desde el desconocimiento, la ignorancia o el cinismo, el sectarismo, el clasismo, el racismo y hasta la desestabilización golpista cuando un gobierno no nos gusta, esas no son tradiciones, esas son mas bien lo que podríamos denominar “costumbres argentinas”.
En el día de ayer se llevo a cabo en Buenos Aires la primer audiencia del juicio que E. Duhalde le inició a la profeta E. Carrio, a causa de su predicción número 13179, en la que esta aseguraba que el ex gobernador de esa provincia era el jefe del narcotráfico. Por supuesto que Lilita se echo para atrás, dijo que ella no había dicho lo que dijo, y que solo dijo que “Duhalde era responsable político por inacción”, palabras mas palabras menos, digo…
Parece que los abogados de “el cabezón” se la “dejaron pasar”, aunque no seria raro que en los próximos tiempos la inefable pitonisa formalice algún que otro ataque al gobierno, a la Presidenta, o al ex presidente Kirchner que satisfaga el animo destituyente del influyente hincha de Banfield. Como se dice, entre bueyes no hay cornadas, pero esta tampoco te las vas a llevar de arriba.
Y hablando de cinismo, podríamos citar los casos de Tinelli y de la Su Gimenez. Parece que el otro cabezón, el hincha de San Lorenzo se defendió de algunos dichos de la presidenta que se refirió al uso que se hace por televisión de la pobreza, diciendo que: “no me parece vergonzoso mostrar un chico emocionado en pos de tener un sueño…”. Y es verdad, eso no es vergonzoso, lo vergonzante es utilizar la necesidad de esos niños para lucrar, para hacerse el sentimental todo a la vez que no se cumple con lo pactado por ejemplo en sueños anteriores (Ej. el caso Garraham) y peor aun cuando uno tiene empleados (con hijos) en negro en su empresa.
Por su parte la conductora que alguna vez escondió en un granero un auto importado para que no se lo incaute la AFIP, entrado al país para discapacitados, y que lo compro mediante una estafa al fisco a “precio de amigo”, y que se animo a preguntar si el dinosaurio había sido encontrado vivo, harta de estar harta vocifero: "Estoy harta de escuchar 'que no repriman', si no reprimen es un caos. No se pueden tomar las calles, no se puede tomar un país. Esto hay que terminarlo, hay que terminarlo".
No se si hace falta aclarar, pero estas declaraciones las vertió a partir de algunos cortes de horas llevado a cabo por organizaciones piqueteras en la ciudad de Bs. As. De ninguna manera se refería a los cortes de ruta que duraron meses y que llevaron a cabo los barones de la soja.
Pero no son los únicos, en general la clase media argentina, o el medio pelo argentino, o la tilingueria argentina, reacciona con esa virulencia ante estos hechos, todo bien condimentado por el “periodismo independiente que oculta o amplifica según le sirva o no a sus intereses.
Allá por el 2001/02 el canto en las calles era “piquete y cacerola, la lucha es una sola”. Por ese entonces los ahorristas atrapados en el corralito de la UCR y sus socios Cavallo/Bullrich y otros se vieron beneficiados por la fuerza de esos “morochos corpulentos” que ponían el pecho por ellos ante la represión policial. Claro, hoy, situación financiera solucionada, “estos negros de mierda, quien carajo se creen para cortar la calle?”
Entonces, volteamos a Perón, volteamos a Illia, volteamos a Alfonsín… a esta mina la volteamos seguro!
Andate yegua! Montonera! Atorranta! Tienen armas, amenazan a la prensa, no te quieren los curas ni el rabino Bergman, no quieren el consenso, atacan a la prensa, lo escarcharon a Morales, cuanto le dan a Milagros Salas, odian a la prensa, la SIP no los quiere…
No me creen? Claro, ya no se escucha (casi) “acá tienen que venir los milicos”, “acá lo que hace falta es un Franco” o “alguien tiene que hacer algo”.
Pero es lo mismo, es más de lo mismo.
Como dijo Gabriel Mariotto: “no hay nada peor que un burgués asustado”. Y es verdad.
Pero como dijo John William Cooke: “somos el hecho maldito del país burgués”.
E.C.

No hay comentarios: