miércoles, 4 de noviembre de 2009

La novedad de los sueños ( A los/as Lilitas)


Por más que le demos vuelta al asunto y que nos vistamos de frailes benedictinos, ya muchos se dieron cuenta y entre ellos Lilita Carrio y sus aliados. No hay otra vuelta a tal asunto.
Desde Jujuy hasta los suburbios de Bs. As., aquí y allá aparecen, como por arte de magia. Debemos darnos cuenta: nos descubrieron…estamos armados.
Comenzamos a armarnos allá por el 2001 cuando vimos caer a 31 compañeros, abatidos por la sordera, la prepotencia y la sonsera de quien en ese tiempo era presidente-payaso de los argentinos. Y aún antes, nos fuimos armando de a poco en el torbellino loco de vernos en la calle golpeando puertas, desesperados, humillados, curtidos por la necesidad de que aunque sea nos exploten, para tener una mínima certeza de que nos miraban o les importábamos. Desde aquellos tiempos Lilita, nos venimos armando, nos armábamos cuando vos paseabas por Disney y conversabas con Pluto en las noches de opulencia y risotada.
Nos fuimos armando de a poco y sí, somos un peligro, lo sabe Gerardo Morales, el jefe de los senadores radicales, por eso lo denuncia.
Sabe que de a poquito fuimos armándonos con la dignidad tan cascoteada, que de a pasitos cortos y con todo derecho, construimos casas con planes sociales dignos de trabajo y alegría. Y fuimos por más en las fábricas recuperadas, fundidas por lo vil que ustedes aplaudieron a rabiar antes del 2001.
Nos fuimos armando con cerámicas en poder de los obreros y en contra del derroche que ustedes querían perpetuar con las AFJP. Nos armamos con el reclamo en la frente, de querer una asignación universal por hijo. Nos armamos, Lilita, cuando apoyamos la ley de medios y la debatimos a rabiar en cada punto cardinal de este país dolido y aplaudimos y nos emborrachamos y gritamos y nos abrazamos y cantamos y nos animamos a edificar una esperanza en las radios al grito de libertad, libres al fin del negocio prohibitivo del aire para unos pocos.
Si, Lilita, estamos armados hasta los dientes, ¿No vieron los planes de vivienda en el norte Jujeño?
¿No vieron las casas y sus tanques de agua con la figura del Che Guevara, de Tupac Amaru y de Evita?
Lástima, se lo perdieron, como también se perdieron la emoción de ver a Las Madres de Plaza de Mayo entrar y salir de la casa de gobierno como Pancho por su casa y la discusión que hacían con la ESMA, ese lugar recuperado y ahora lleno de vida.
Sí, estamos armados, henchido el pecho de orgullo, digno orgullo de los de abajo.
Ustedes no lo comprenderían nunca, porque como Macri y De Narváez nunca conocieron la pobreza si no cuando se sacaron una foto con una nena pobre en una tarima, para que Clarín destacara en sus tapas la sensibilidad de los que mienten.
Estamos armados y hasta los dientes. Dignidad se llama el fusil que cargamos en las manos, ganas de cambiar la historia son los cinturones donde penden los sueños-municiones.
Cuidado Lilita, avisale a tus secuaces que a esta democracia y a sus logros la vamos a defender poniendo el pecho y en el pecho nuestro no pende ninguna cruz si no que a esa cruz la acarreamos hace mucho tiempo sobre nuestras espaldas.
Y es hora de un descanso.

Mingo Racedo

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