domingo, 27 de diciembre de 2009

INDIGENCIA POLITICA


El diccionario define la indigencia como la carencia de los medios más elementales.
Habitualmente utilizamos esta palabra cuando nos referimos a personas que, lamentablemente carecen de los recursos más básicos para su existencia.
Pero que pasa cuando esta palabra la aplicamos a otros campos? Podríamos decir que sirve para referirnos a personas faltas de los más indispensables sustentos en la actividad que desarrollan.
El caso del Concejal Pereyra de la Democracia Cristiana de Villa María (para los que no conocen la realidad de nuestra ciudad, la Democracia Cristiana es solamente una sello de goma alquilado en ocasión de la ultimas elecciones municipales para que algunos dirigentes peronistas, disidentes del liderazgo de Eduardo Accastello, pudieran presentarse a elecciones, pero de ninguna manera garantiza que sus representantes políticos sean cristianos o demócratas) es un claro ejemplo de indigencia política.
Dotado casi exclusivamente de unos modos que se lo permite emparentar al ya fallecido Herminio Iglesias, el concejal en cada una de sus intervenciones, hace gala de toda su falta de capacidad discursiva y cuando no intelectual. Claro esta que la televisión por cable no debe estar ajena en su casa, entonces, es de sospecharse que con el aparato conectado exclusivamente al canal TN, intenta emular a los opositores al Proyecto Nacional, sus tics y su forma de hacer política: la tele-política.
Nuestra aun joven democracia nos ha dado innumerables casos de personajes que sin demostrar capacidad ni conocimiento alguno de lo que es la política llegan a ocupar cargos, a veces, de suma importancia. Tener una buena billetera, buenos contactos o ser el alcahuete de alguien con poder, puede llegar a poner a un sujeto que solo habla árabe como funcionario de la aduana argentina, a un multimillonario torpe e ignorante como jefe de gobierno de una ciudad o a un empresario playboy, habitué de la noche y sospechado de estar involucrado en el narcotráfico, como aspirante a gobernador de una provincia.
Solo hace falta tener “llegada” a los medios de prensa y pasearse por ellos proclamando a los gritos su integridad y honestidad, matizarlo con alguna que otra denuncia para la audiencia aun cuando pocas lleguen a un juzgado y cuando, aun menos, puedan ser comprobadas legalmente.
En la jornada del 23 de diciembre, en ocasión de discutirse en segunda lectura el Programa de Acceso al Suelo Urbano en el H.C.D. de Villa María, el Concejal Pereyra dio una clara muestra de su indigencia política.
Aun cuando el proyecto presentado por nuestro representante, el Concejal Carlos Andrada contaba con el apoyo unánime de la bancada accastellista (P.J.), del representante de la U.C.R. el Dr. Miguel Zandrino y de una integrante de su propia bancada, la Concejal Rosa Cámpora, por entender estos que con este programa se comienza a andar el camino de solucionar el problema de vivienda a las mas de 5000 familias que sufren este drama en la ciudad, el Concejal Pereyra junto a su par, el Dr. Balanza, se volcaron por la negativa. Hasta aquí, nada que cuestionar, cada quien tiene derecho a votar como mejor le guste o como le dicte su conciencia.
Lo cuestionable del caso es lo expuesto en su alocución por Pereyra: “tratando de ser lo más coherente posible con mi accionar, es que no he realizado ni pienso realizar aportes a este proyecto” para luego continuar con “si la iniciativa tuviera una sola coma en contra de los intereses de Accastello, no se trataría”“esta iniciativa viene a satisfacer una necesidad del oficialismo accastellista y no cumple con el espíritu que dice representar” para rematar pidiendo “mayor transparencia y honestidad”.
Parece el Concejal intentar emular a la pitonisa Lilita Carrió cuando pretendiendo ver el futuro aventura sin sonrojarse que “el programa no cumple con el espíritu que dice representar” o cuando, como aquella ve en todo lo que sucede en el planeta la nefasta mano de Néstor Kirchner, este ve en este programa la mano de Eduardo Accastello.
El pedido de “mayor transparencia y honestidad” nos remite evidentemente a la diatriba religiosa y normativa de la misma Carrió, aunque podríamos anexarle también a Luis Juez, a Gerardo Morales, a Macri y al retirado y vuelto a las funciones políticas, Eduardo Duhalde entre otros, todos campeones de la honestidad televisiva pero con un pasado político que ocultar.
Sin dejar de advertir sobre un futuro judiciable para con el programa que, en un primer paso comenzara a solucionar el problema de vivienda de, al menos unas 500 familias, no perdió tiempo en agregar la frutilla al postre: “tratando de ser lo más coherente posible con mi accionar, es que no he realizado ni pienso realizar aportes a este proyecto”
A confesión de parte, relevo de pruebas, el Concejal considera que para ser coherente con su accionar (su trayectoria?) no debe hacer aportes a este proyecto. Aun cuando cualquier mejora aportada pueda beneficiar a los villamarienses, o peor aun, si el entiende en dicho programa algún vicio o perjuicio para con la población, es SU DEBER como funcionario publico intentar corregirlo, no permitir que pase sin al menos intentar las modificaciones pertinentes.
Indudablemente esperamos mas de un representante del pueblo, aunque es verdad que no todos están dotados de capacidades, lamentablemente, al menos esperamos una mayor predisposición para avanzar en la solución a los problemas de la ciudadanía, y que los políticos actúen como políticos, es decir, que utilicen toda su sabiduría en el uso de esa herramienta que sirve para garantizar el bienestar y desarrollo de una comunidad y que se llama política; y no que solo sirvan para prestarse a un show mediático y periodístico que no conlleva ningún beneficio para la gente.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
E.C.

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