LA TRAGEDIA ESPERADA

La tragedia en que se ve envuelta la familia Pomar tiene muchas aristas para analizar. En un primer momento se especulo con un “ajuste de cuentas”, se hablo de presuntas deudas, de una “huida” familiar de quien sabe que o quien. Todas presunciones generadas prematuramente por la prensa “independiente”, siempre dispuesta a llenar espacios con basura y a contribuir en algo al clima de inseguridad fabricado artificialmente a partir de algunas desgracias muy concretas y puntuales.
A medida que pasaban los días y la familia no aparecia, comenzó a gestarse. muy solapadamente, una competencia entre los medios “independientes” tendiente a teñir de dramatismo la búsqueda, toda vez que la aparición con vida de los Pomar se iba transformando hora tras hora en un quimera.
El gesto de los conductores televisivos se tornaba adusto y daba la impresión que, de haber podido ver los gestos tras las cámaras, hubiésemos visto algunas manos ftotandose ante lo que se convertiría en un nuevo caso de la tan mentada “inseguridad”, pero con componentes mas jugosos y macabros esta vez, teniendo en cuenta que, de los cuatro Pomar, dos eran menores.
La aparición del auto de la familia tumbado al costado de una ruta evidencia que no estamos ante un nuevo caso de “inseguridad”, sino ante otro accidente de transito.
El morbo popular deberá esperar a una nueva oportunidad, y el periodismo “independiente” deberá “seguir participando”.